LO ÍNTIMO EN LA COLONIA

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LO ÍNTIMO EN LA COLONIA
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Miércoles, Mayo 6, 2020
Eugenio Zerda (1879- 1945) fue un pintor y músico bogotano influenciado en sus pinturas por el neocostumbrismo, donde desde un sentido nacionalista refleja los usos, costumbres y folclore de la sociedad bogotana, y el impresionismo europeo, mostrando en sus obras la impresión de la luz a partir de su vista. Fue esposo de Susana Jiménez de Zerda, y padre de Leopoldo Zerda, Ricardo Zerda, Helena Zerda y Cecilia Zerda; se cree que su esposa y sus dos hijas están retratadas en El baño (1910), obra de la cual hablaremos con mayor profundidad. En este mismo año, participó en la exposición del Centenario de la independencia y ganó el primer lugar con dos de sus pinturas: Las costureras y El baño.

Redacción: Ariana Parra

Ilustración:Christopher Ortiz

 

FICHA TÉCNICA:

AUTOR:  Eugenio Zerda (Bogotá 1879-1945).

TÍTULO: En el baño.

AÑO: 1910.

TÉCNICA: Óleo sobre tela.

 

Eugenio Zerda (1879- 1945) fue un pintor y músico bogotano influenciado en sus pinturas por el neocostumbrismo, donde desde un sentido nacionalista refleja los usos, costumbres y folclore de la sociedad bogotana, y el impresionismo europeo, mostrando en sus obras la impresión de la luz a partir de su vista. Fue esposo de Susana Jiménez de Zerda, y padre de Leopoldo Zerda, Ricardo Zerda, Helena Zerda y Cecilia Zerda; se cree que su esposa y sus dos hijas están retratadas en El baño (1910), obra de la cual hablaremos con mayor profundidad. En este mismo año, participó en la exposición del Centenario de la independencia y ganó el primer lugar con dos de sus pinturas: Las costureras y El baño.

El baño, en una definición muy general, dió paso a la construcción de la intimidad en la familia de la colonia. En primera instancia, las imágenes coloniales relatan un acontecimiento significativo desde la firma, pues tienen un trasfondo que hacen ver algo más allá de lo que está retratado. No todos los cuadros de este estilo estaban firmados y fechados; varias teorías dicen que los artistas tenían que pagar impuestos y cábalas por la publicación de sus obras, entonces muchos no firmaban con el fin de librarse de estos. Solo aproximadamente el 20% del arte colonial está firmado, por lo que los investigadores e historiadores de arte deben ver en pinturas anónimas detalles como las orejas, manos o pies para generar un patrón y “descifrar” al artista.

En cuanto a la obra de Zerda,  que tiene esta particularidad de estar fechada y firmada, es posible resaltar la intimidad de aquella época: es una escena femenina centrada en lo que aparenta ser un baño con la única presencia masculina de un perro, el cual canónicamente representa la fidelidad. Lo curioso del cuadro es que muestra a un baño con un tapete de salón, ¿qué impulsaría al pintor a hacerlo así?

Esta pregunta toma relevancia si tenemos en cuenta que en el Siglo XIX no había baños como los conocemos actualmente sino que existían letrinas, ya que no estaba la concepción de lo público y lo privado en ese entonces. Sin embargo, sí se tenía la idea de lo íntimo, de lo reservado del cuerpo y la poca propaganda sobre la higiene, y por ende, como un baño abarcaba netamente la intimidad de una persona, Eugenio Zerda en su obra decide hacerlo lo más decorado posible para que, precisamente, no se viera tan escandaloso. Ningún baño tenía las características que se dan en esta pintura, se podría decir que es una obra innovadora de la colonia que alude a un espacio íntimo dirigido hacia un público.

Asimismo, este óleo aborda por primera vez el tema de la maternidad. A principios del siglo, la servidumbre, esclavas o nodrizas, eran las que criaban y cuidaban a los niños de la casa hasta que crecieran y llegarán a su adultez, pero, con el paso del tiempo, las madres decidieron establecer una relación de acompañamiento directo mediante el amor y el cariño para la crianza de sus hijos, como se ve en esta pintura.

Por otro lado, los ropajes con los que se viste la mujer acostada en el suelo parecen estar basados en un modelo francés, reflejando así implícitamente esa independencia del modelo español y ese auge de querer aparentar ser una persona francesa, holandesa o alemana. El baño pretende mostrar ese afrancesamiento de la alta alcurnia de las principales ciudades del país, tales como Bogotá, Barranquilla, Cali y Medellín, donde llega el arte como el mármol, bustos, monumentos con relación independentista y aparecen escenarios de ocio público como el teatro o el hipódromo.

En conclusión, El baño es sin duda una obra bellísima que muestra aquellos valores tradicionales e históricos del arte en Colombia, donde el neocostumbrista Eugenio Zerda se mantiene fiel en la producción de la realidad del Siglo XIX y la representación de las costumbres colombianas, que funcionan como elementos cruciales para construir una idea de arte nacional.

Si quiere presenciar este cuadro, o incluso hacer un gran recorrido artístico, diríjase al Museo Nacional. En este lugar, disfrutará de múltiples obras de arte que enriquecerán y llenarán su conocimiento.

 

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