Después de que el presidente Duterte anunciara que no habrían más clases presenciales hasta que se encontrara una vacuna para el covid-19, se ha comenzado a implementar el modelo de clase “online” donde ya se han matriculado más de 24,6 millones de estudiantes, el distrito más pobre donde se ha implementado esta modalidad de estudio es Filipinas, donde es más que obvio que para ellos será más difícil el aprendizaje y más a distancia, ellos están en riesgo de permanente abandono escolar, un problema que siempre está presente en este país asiático donde más de 3 millones de niños no cursan enseñanza alguna. La mala conectividad y la falta de todos los dispositivos digitales son un impedimento muy grande para el aprendizaje en un país donde más del 16 % d las familias viven en una condición de pobreza extrema. Se ha realizado un reparto de tablets y ordenadores entre alumnos y docentes, medida que ha sido aplaudida en el arranque del curso escolar, en Filipinas a parte de el internet, se ha optado por la distribución de material impreso para apoyar todas estas clases online, como mínimo dos veces por semana, se tine claro que estas nuevas modalidades no pueden reemplazar del todo el estudio, por esto a veces hay grupos de estudiantes que se reúnen una o dos veces por semana para complementar el estudio.
Fuente: https://elpais.com/elpais/2020/11/27/album/1606478630_892795.html#foto_gal_3