Las comunidades indígenas son reconocidas internacionalmente como las guardianas de la biodiversidad, por la Organización de las Nacionaes Unidad (ONU) y expertos de todo el mundo. La crisis de biodiversidad es junto a la climática, la más grave de la historia humana, que pone en riesgo el futuro vivible en la Tierra. La comunidades indígenas y en especial en territorios tan sensibles como la Amazonía son de quienes debemos aprender las formas de vida que nos pueden sacar de la crisis planetaria de extinción.
El proceso de destrucción planetaria creado por las culturas humanas dominantes desde hace aproximadamente 10.000 años, precisa de una respuesta urgente y múltiple, parte de la cual es la puesta en valor, y el aprendizaje de, la pluralidad de culturas indígenas que no han tenido la devastadora vocación de dominar, expandirse, multiplicarse, esclavizar a otras especies ni explotar la Tierra. En ellas hay miles de ejemplos de modos de vivir más enriquecedores para nosotres y para el resto de formas de vida, que las devastadoras maneras de imponerse al ecosistema terrestre que han sido falsamente llamadas progreso y civilización.
La iniciativa Futuro Vivible y Liberación Terrestre - www.liveablefuture.org - de la Asociación Reverso, propone un intercambio con culturas indígenas de toda la Tierra para entender la multiplicidad de modos de vivir de los que urge aprender, desmontando el supremacismo de las sociedades basadas en la dominación y la expansión, que ahora se revelan inequívocamente como un fracaso que nos arrastra a un proceso de extinción.
Jaime del Val proponen varios focos de estudio:
• Las danzas y cantos corales (colectivos), la riqueza del movimiento cotidiano y de la sensorialidad corpórea que se cultive en las diversas culturas como clave de su modo de vida respetuoso con el medio, y la diversidad de danzas, cantos, máscaras y plástica corporal ritual asociada a formas de conocimiento y memoria encarnada y colectiva que nada tienen que envidiar, al revés, a los más sofisticados aparatos epistémicos de las academias y museos de Occidente. Modos que exceden la narrativa y que tienen que ver con el ritmo corpóreo y como este crea campo de resonancia vital y común.
• La relación respetuosa con la tierra, con especial interés en culturas principalmente recolectoras, más que agrícolas o de pastores, aunque sin excluir estas últimas, y las cosmovisiones ecológicas y ecosóficas que se cultivan en cada cultura.
• La arquitecturas y los modos de habitar, utensilios y hábitos, con especial interés en los menos sedentarios y fijos, los más orgánicos y próximos a la arquitectura animal, los que fluyen con la tierra y sus flujos en vez de intentar fijarlos o explotarlos.
• El igualitarismo y diversidad social, de género y sexualidad, de formas de parentesco, incluido matriarcado, y la relación de estos factores (tan contaminados por siglos de opresivo colonialismo español y europeo) con todos los demás aspectos de las formas de vida de cada cultura.