La exposición “Áreas Comunes” es la apertura de Casa Lleras como nuevo espacio cultural de Utadeo

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La exposición “Áreas Comunes” es la apertura de Casa Lleras como nuevo espacio cultural de Utadeo
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Jueves, Junio 22, 2023
Acompañados de sus docentes, familiares y cientos de visitantes, los estudiantes de la Maestría en Creación Artística, quienes recibieron hoy su título, presentaron en la Biblioteca Museo Casa Lleras, sus obras creadas como tesis de grado. Los estudiantes de primer año exponen también los avances de sus procesos creativos de la primera etapa del posgrado.

Casa Lleras está muy alejada del concepto de ser un área común, empezando por su origen histórico y debido a la importancia que tuvo en un momento coyuntural de nuestra historia. Aparte de esto, gracias a la apertura que le ha dado Fernando Cuevas, director de los espacios culturales de Utadeo, presentar la exposición Áreas Comunes de los estudiantes de MaCA permite darle una mirada contemporánea y hace una apropiación diferente del espacio.

Fernando asegura que su intención fue “articularse con la maestría ya que anclarse a este tipo de procesos académicos dinamiza la propuesta del arte y muestra de primera mano la creación artística real de lo que se está haciendo en la Tadeo”. La Biblioteca Museo Casa Lleras ya está cobijada bajo un nombre y un apellido, que, aunque tiene un gran peso histórico, para Cuevas era importante darle un vuelco, permitiendo que conceptos de arte joven y de otros tipos de narrativas se adueñaran de este lugar.

“Tsunami”, “Río, cueva, quebrada y roca”, “Ventus y “Exhumaciones – Inhumaciones” son los proyectos de grado que durante dos años fueron desarrollados por estos profesionales de la creación. Ximena Díaz, coordinadora de la Maestría, considera que el posgrado les ha permitido a sus estudiantes un cruce de saberes, debido a la diversidad de profesiones de los jóvenes expositores. Además, admite explorar la intensidad emocional y todas las facetas de su creatividad en obras muy distintas entre sí, pero conectadas a través de un discurso inherente y colaborativo entre los nuevos maestros de la Creación Artística.  

“La Casa abre un espacio privilegiado para entablar diálogos con la historia”, comenta Díaz. Este lugar les permite a los artistas, desde ángulos muy diferentes, conversar con sus emociones, con los conceptos que tienen del territorio, de la fragilidad humana, de los paradigmas creados por la sociedad. Estas perspectivas se entrelazan en un espacio donde se ha consentido exponer visiones distintas de la historia y de aquello que nos identifica como seres que pertenecen a un territorio, con protagonistas y capas de historia muy distintos unos de otros, pero que hacen parte de un todo.

Tsunami por Gabriela Castañeda Barriga

La cineasta exploró distintos procesos creativos durante su recorrido para llegar a este resultado, al final de todo, se reencontró con la luz y la pantalla. A través de telas, velos, capas y sonidos, se ve una proyección que muestra cómo, con paciencia, aguja en mano y al compás de música hecha por mujeres, la artista hizo una introspección muy personal a partir de descoser su vestido de primera comunión. Prenda que después de desarmada adquiere una nueva forma y se proyecta con más fuerza.

¿Por qué este vestido? Porque para la expositora es el primer vestido blanco en el que la sociedad ha tratado de moldear la idea de la feminidad y el rol que ha tenido la mujer en la historia, asociado a la pureza y a encajar en un parámetro de extrema pulcritud. Desarmar y descoser esta prenda, fue una manera de reclamar su poder femenino y de reencontrarse con su propia sensualidad; y evolucionando con la obra fue revelándose a sí misma.

Río, cueva, quebrada y roca por Vicente Valenzuela Osorio

El origen de esta obra es un sueño que tuvo el artista cuando, en la región del Huila en el 2014, se estaba construyendo la Represa del Quimbo. Soñó con los ancestros, vio como unos peces saltaban del río y se convertían en serpientes doradas que se iban hacía el sol. Su interpretación onírica le dijo que estos seres se alejaban del río por la construcción de la represa y por la destrucción que se estaba dando en el embalse. Esta visión tocó fibras en su interior y a través de su obra ha dado respuesta a aquellas inquietudes que llegaron a él.

“Esta obra es arte para la tierra, arte para el río”, dice Vicente, su idea es que estas representaciones sean vistas por los ancestros, por aquellos que sufren cuando los recursos naturales son destruidos, está hecha para esos seres místicos que resguardan los caudales de agua, las montañas y los árboles. El artista vuelve a la tradición de manos de su abuela, que se plasman en una pared a través de la técnica de pulidora con tierra y también de cómo lo curó cuando era niño con latas de plátano, práctica que emplea también para curar el árbol de durazno que adorna el jardín interno de Casa Lleras. 

Ventus por Freddy López Rubiano

Esta obra cuenta la travesía del artista por diferentes regiones del país en la búsqueda del viento. Quiere resaltar la concepción divina que tenían los ancestros del mismo y que se ha perdido por la saturación de otros sonidos que han llegado con los cambios vertiginosos de la sociedad. El artista busca activar sonoramente la escucha en sus interlocutores, a partir de sus esculturas con elementos que permiten capturar el viento, se generan músicas nuevas interpretadas por este elemento que cuenta diferentes historias sonoras dependiendo el lugar en el que esté ubicada.

Con un ritual del viento acompañado por sus obras, López hizo un recorrido del páramo del Sumapaz en Sibaté hasta la Guajira, recorriendo diferentes pisos térmicos de Colombia. El contraste de las corrientes de aire y la manera en que el viento interactuó con su obra, le permitió capturar sonidos y frecuencias poco conocidas para los oídos del colombiano de a pie. Estas nuevas melodías interpretadas por el viento, conectan a los espectadores con un concepto diferente y ancestral de la musicalidad que puede ofrecer este elemento vital.

Exhumaciones – Inhumaciones por Felipe Gutiérrez Mavesoy

Esta obra es una representación de la grieta, del dolor en el espacio físico, ha sido la forma que encontró el artista de atravesar la tristeza ocasionada por el duelo, por la pérdida de un ser querido. Felipe y su familia fueron víctimas de la violencia y de las desapariciones forzosas, de pérdidas de seres importantes a quienes nunca pudieron darle un adiós. Con sus obras trae esos cuerpos al presente a través de la materia, puntualmente del cemento y capa por capa entierra esas presencias en un ritual de sanación para su alma.

El cemento le enseñó a Felipe, que, aunque se crea que es un material muy fuerte, dependiendo la forma en la que se trabaje, también muestra fragilidad. Por eso a través de ese elemento explora el dolor y la ausencia. “Exhuma memorias, inhuma a los seres amados en el rasgado, la ruina, el desborde: rúbricas de la fragilidad humana”, palabras del curador de las obras, Fernando Cuevas.

El Vicerrector Académico de Utadeo, Felipe César Londoño, resalta la importancia de la resignificación que la exposición Áreas Comunes le da al espacio de Casa Lleras. “Es el diálogo de lo contemporáneo con toda la historia que alberga este espacio y la manera de rescatar una nueva visión, vislumbrar nuevas posibilidades. Es la metáfora perfecta de como la Tadeo, en estos 70 años, pasa del arraigo de lo tradicional y se impulsa con mucha fuerza hacía la vanguardia” mencionó.

La exposición Áreas Comunes, que reúne en total 11 propuestas artísticas de los estudiantes de la maestría, estará abierta al público hasta el próximo 1 de julio en la Biblioteca Museo Casa Lleras.

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