“Nunca olvidaré cuando Pina tomaba su café, su cigarrillo y lo apartaba para enseñar un movimiento. Uno ve ese movimiento gigantesco; haber trabajado para Pina Bausch fue, es y será una experiencia que te marca para toda la vida”. Jenny Ocampo.
Realizadora escogida por la misma Pina Bausch, una de las máximas expositoras de la danza contemporánea expresionista de Alemania, para interpretar algunas de sus piezas más importantes como Sacré Du Printemps y TannHauser. Jenny Ocampo ha participado en el Soundance Festival, un festival que reúne la escena de la improvisación en la danza y la música que se lleva a cabo en Berlín. Entre otras cosas, Jenny tiene una experiencia casi que vital y dedicada completamente a la danza, durante más de 20 años, siendo en el año 2000 cuando decide irse a vivir a Alemania para trabajar y observar más de cerca la técnica de la danza en dicho país. Su formación en la Folkwang abarcó la danza moderna y contemporánea, sin embargo, desde hace varios años se encuentra centrada en el campo de la improvisación y composición coreográfica. Eso lo corroboran obras como Persona, en donde se denota principalmente la expresión del cuerpo como la subjetividad que busca expresar un alma, con sus dudas, sentimientos y nociones. También, gracias a su estadía en Alemania, logró formar un equipo de trabajo multicultural con personas tanto del país europeo, así como de Colombia formando una compañía de danza y teatro denominada Hidden Tracks, un colectivo con un mensaje en la actualidad política de aquel entonces y con la cual se realizaron presentaciones en Berlín, Leipzig, Munster y demás ciudades alemanas y que también pudo participar en festivales en el país. Asimismo, ha participado en festivales de países en Sudamérica como Ecuador, Nicaragua, Argentina y Perú. “Del trabajo de Hidden Tracks, surgió la posibilidad de apoyar a la comunidad indígena Misak, de Silvia, Cauca. Quienes tuvieron la oportunidad de viajar a Alemania”, menciona Jenny Ocampo, profesora y actual directora del programa de Danza y dirección coreográfica de CENDA.
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Su búsqueda primordial en la danza es la investigación del movimiento en relación con el tiempo y el espacio, y lograr con ello encontrar la realización del movimiento y la creación. Su trabajo además se centra en principios somáticos, llegando a estados físicos y emocionales, así como en la investigación teórica del cuerpo y el movimiento gracias a su actual Maestría, enfocada en Artes en Ciencias de la Danza que cursa en la Universidad Libre de Berlín. "Me baso en el estudio constante del movimiento y en las provocaciones que el cuerpo mismo va generando. Parto de la nada, siendo los impulsos, tanto mentales como físicos, instrumentos importantes para esa composición, que poco a poco se va transformando en la creación de una danza y con ello su materialización”.
Es así como la maestra Jenny habla de su experiencia con respecto a la escena y su inclinación por la investigación dentro de la danza contemporánea. Frente a la danza con relación a un país y otro, ella comenta que mientras en Colombia la danza es más visceral y emotiva, así como circunstancial, la danza en Alemania, en contraparte, tiende a ser más pensada y conceptual. Que además esto último no quiere decir que la danza en el país no sea pensada y estructurada, solo que ella destaca estos elementos con respecto a las diferencias de cada país.
“Residí 20 años en Alemania. Sin embargo, he tratado de mantener vínculos y lazos con diferentes espacios de danza como IDARTES y Danza Común, así como la factoría L´Exposé”. Jenny Ocampo.
“Al ser la nueva directora del Programa de Danza y Dirección Coreográfica en Cenda, me siento con una gran responsabilidad, no solo a nivel educativo y de formación de los estudiantes, sino también por la nueva visión que actualmente construye el Programa al concebir la danza como un arte colectivo que se relaciona con otros saberes y que estrecha su sentido creativo al contexto político, social y cultural del país”.
Esto principalmente por las diferencias del lenguaje que presentan las instituciones, en donde es un ambiente mucho más formal y se requiere de cierto tiempo para comprenderlo, así como la resonancia que adquieren las acciones al estar en una institución.
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El valerse del cuerpo poético, como ya hemos visto, es para Jenny el espacio ideal para generar conexiones con lo prosaico y de esta forma acercase a la creación más precisa y pensada en lo prosaico y en la estructuración de un movimiento bien pensado, a un nivel profesional y consecuente con el sentimiento que le invade.
La vida es un constante devenir y se espera que para esta ocasión el grupo de danza de CENDA aproveche al máximo la experiencia de un escenario, de una vivencia, de un espacio colectivo en el que el Festival Universitario de Danza Contemporánea comparte y hace visible estos procesos creativos.
Andrés David Castañeda Cardona |
