Las recientes sanciones cruzadas entre occidente y China traen a las mesas de dinero los temores de nuevos tiempos de enfrentamientos que generan efectos en la economía global.
Las consecuencias a nivel económico que ha dejado la pandemia es muy alta, los agentes aún no saben qué pasará con las tasas de intereses y programas de compra de bono.
Según datos de Bank of América, hace un año atrás el S&P 500 registró una caída de 30% en sólo 22 días, la caída más rápida del mercado y superando a las que hubo en la gran depresión de 1929.
EE.UU., hasta ahora el país más afectado por la crisis sanitaria, acaba de superar el trágico número de 100.000 fallecidos por covid-19, seguido por Reino Unido que se acerca a los 40.000 e Italia con poco más de 33.000.
Mientras que China, el país donde surgió el virus, ha registrado menos de 5.000 muertes hasta el momento. En Japón, Corea del Sur, Malasia, Singapur y la gran mayoría de los países asiáticos el número de fallecidos es inferior a 1.000.
En este círculo de economía, política, social y cultural se ha evidenciado un constante miedo por parte de las sociedades occidentales hacia Asia, teniendo en cuenta que la Nación Asiática ha podido llevar de mejor manera esta crisis sanitaria.
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