Correctora/editora de estilo: Sofía Rodríguez
Escrito por: Seryme Perez
Con estos poemas se quiere tratar, no al amor cortés, sino a la mujer sabiendo qué y quién es en la sociedad, permitiéndose planear su pertenencia en la vida y delineando su alma carcomida a gusto propio. «Para la mayor parte de la historia ‘Anónimo’ era una mujer» Virginia Woolf.
LA CUMBRE
Soy un tipo de mujer.
El tipo de mujer que golpea las nubes en el suelo,
que le canta vallenatos a un ballenato,
que le grita al gato de Schödinger
que deje de hacerse el difícil.
Ese tipo de mujer
que delinea el alma carcomida,
que sonríe al séptimo planeta de la siguiente galaxia,
que colisiona sus átomos,
que cepilla a la luna.
Son mujeres
que abren las puertas de zoológicos
para cantar con los tigres,
reírse con los gorilas,
bailar con los leones.
Esa mujer
que cuenta las piedritas en el cielo,
tantea primitivas sensaciones,
que comprende la usabilidad de las cosas,
y que persigue infinitos.
Soy un tipo de mujer
como cualquier otro tipo de mujer.
DESPOTRICADA
Una mujer descalza, sola.
Una dama camina desconocida,
los pisos altos en espumas,
los techos goteando alfileres.
Una dama, triste tinta,
falla al ver su sombra,
verdes manos, grotesco posa,
ella hombre, camelias de hierro,
ella hambre, conejos dopados.
La mujer descolorida,
grita, paredes la escuchan,
sus uñas caen, pétalos rojos,
Su pelo quema, su piel exiliada.
Dama, grito escocer,
arranca raíz, feminidad,
desliza castidad, ardua, tersa,
cae en la sombra de su ser mosquera,
se ve a sí misma
desnuda sin costilla.