De las cálidas latitudes de Mexicali (Baja California), en la frontera mexicana con los Estados Unidos, y tras un poco más de once horas de viaje, una delegación conformada por 19 estudiantes de la Universidad de Xochicalco viajó a nuestro país para vivir, durante cuatro días, la tercera Semana Internacional en Utadeo, como parte de la consolidación de las relaciones académicas de ambas instituciones. Los mexicanos hacen parte de los programas de Doctorado en Educación y las maestrías en Salud Pública, Criminología y Administración.
El encuentro, que se lleva a cabo en nuestra Universidad del 25 al 28 de junio, supone todo un ejercicio de inmersión de los estudiantes mexicanos en la cultura, los negocios, el agro y el sistema de salud colombiano, pues durante su estadía en la capital del país tendrán la posibilidad de visitar el Centro de Bio-Sistemas de nuestra Universidad, así como algunas de las empresas más prestigiosas en sus respectivos sectores, entre ellas Mario Hernández (moda) y Bodytech (gimnasios), y emprendimientos de nuestros tadeístas, uno de ellos Arte, Pasión y Café, del estudiante de Ingeniería de Alimentos Antonio Romero.
Fabián Martínez, coordinador de posgrados de la Universidad de Xochicalco
Como lo señala Fabián Martínez, coordinador de posgrados de la Universidad de Xochicalco, la calidad en la educación y la docencia, sumado a la infraestructura de vanguardia, son tan solo dos de los aspectos que han enamorado a los mexicanos de nuestra Universidad y que han permitido que ya se institucionalice, anualmente, esta visita: “Hemos encontrado que tenemos similitudes, pero también otros aspectos que queremos aprender de ustedes. Normalmente el latino voltea hacia el norte, pero no mira hacia el sur. Nosotros queremos cambiar ese aspecto como mexicanos. Seguramente nos veremos nuevamente en el 2019”, puntualizó.
Los mexicanos arribaron a nuestro país el sábado 23 de junio
Armando Razo, quien actualmente cursa el MBA en Administración en la universidad mexicana, se describe como un enamorado de Colombia, y en especial, de la suavidad de su café. Para él, esta visita a Utadeo es una experiencia grata, en la que se pueden compartir temas y problemáticas similares, al tiempo que es una oportunidad para conocer más acerca de la cultura colombiana, a la que califica como fraterna.
Armando Razo, estudiante del MBA en Administración - Universidad de Xochicalco
Por su parte, para Carlos Brando, decano de la Facultad de Ciencias Económicas y Administrativas de Utadeo, anfitriona de este evento, destaca que este tipo de visitas consolidan el aprendizaje mutuo de las culturas, donde las preguntas y las respuestas llevan a pensar diferente y a ofrecer otras miradas.
A su vez, Brando destacó que este ejercicio es solo una de las acciones que se han implementado desde la Facultad en aras de su internacionalización y proyección global: “La Facultad cuenta cada vez con más convenios y acuerdos que buscan que nuestros estudiantes tengan exposición con otros entornos académicos, y viene consolidándose en aspectos como visita de profesores que hacen investigación y las visitas de los intercambios de estudiantes, que se convierten en una experiencia fértil tanto profesional como personalmente.
Carlos Brando, decano de la Facultad de Ciencias Económicas y Administrativas de Utadeo
¿Por qué somos pobres?
A pesar de que Latinoamérica cuenta con una riqueza cultural, histórica y natural, es indiscutible el rezago económico que experimenta la región, en relación con potencias como Estados Unidos y Europa. Durante más de una década, este ha sido uno de los temas de historia económica que más ha inquietado a Carlos Brando en su trasegar como investigador. Precisamente, esta fue la temática que abrió la Semana Internacional.
Para Brando existen tres factores que históricamente han incidido en estas asimetrías: la geografía, el tipo de integración comercial a partir de commodities (mercancías) y el proceso de industrialización.
Así pues, las mayores asimetrías entre América Latina y países como Inglaterra y Estados Unidos comenzaron a experimentarse desde mediados del Siglo XIX, mientras que el surgimiento de potencias como Japón se ha dado solo hasta finales de ese mismo siglo y mediados del XX.
Aseguró, además, que aunque Colombia ha experimentado avances económicos en los dos últimos tercios del siglo XX, aún las brechas macroeconómicas con los países desarrollados son amplias.
Una de las razones, aduce, son las condiciones de desequilibrio desde los geográfico y demográfico, pues mientras en las regiones planas del país habita el 6% de la población, las partes montañosas tienen un asentamiento del 94%. En ese sentido, es tal lo desproporcionado de los ingresos per cápita que el triangulo de oro, conformado por Bogotá, Cali y Medellín, genera un 45% del Producto interno Bruto del país, al tiempo que se concentra un alto nivel de la producción.
Así mismo las zonas climáticas extremas, por un lado de desierto en La Guajira, generan que la actividad pecuaria y ganadera sea compleja, mientras que el Pacífico, caracterizado por su alta concentración de lluvia, provoca que los suelos sean infértiles para el agro.
A ello se suma la migración de los colombianos al centro del país y la fragmentación de esta región del país con sus puertos, en gran parte por el poco desarrollo de los sistemas de transporte, entre ellos el ferrocarril, como un factor para la industrialización: “Durante el Siglo XIX y XX Colombia fue un país aislado hacia la economía mundial. El café ha sido el commodity por el cual nos integramos a los mercados mundiales”, señaló.
Sin embargo, indicó que el país no ha cambiado notablemente sus hábitos de exportación, en relación con las décadas posteriores a la independencia, pues aún se exportan productos primarios, pero muy poca manufactura: “El camino a la riqueza está mediado por el proceso industrializador”.