Como una experiencia magnífica. Así relata, con la emoción a flor de piel, el estudiante tadeísta Diego Andrés Pinto su paso por Malta durante seis meses. La expedición por lejanas tierras del Mediterráneo inició en la última semana de julio. Desde su salida de Colombia, este estudiante de octavo semestre de los programas de Ingeniería Química e Ingeniería de Alimentos, tenía las más altas aspiraciones de sacarle provecho a esta experiencia de internacionalización, que fue posible gracias a una de las más de cien alianzas con las que cuenta la Universidad actualmente, con instituciones como Global Connection y EC School.
“La Agencia Global Connection, EC School y la Universidad estuvieron muy pendientes de mi proceso, desde que llegué al aeropuerto, pues allí me estaban esperando. Llegamos al apartamento y me acomodaron. Era un apartamento hermoso. ¡Yo parecía un príncipe!”, agrega Pinto.
En clase con algunos de sus compañeros en Malta
Y es que Diego no podía llegar en mejor momento, pues tuvo la oportunidad de estudiar inglés, durante los primeros meses, en las playas calurosas del EC-malta, durante el verano. La misión allí era no solo adquirir habilidades para perfeccionar el dominio de este idioma extranjero, sino además enriquecerse como persona y profesionalmente, en lo que fue un verdadero encuentro intercultural.
Allí conoció, compartió y consiguió nuevos amigos de diferentes rincones del mundo, entre ellos Japón, Corea, Kazajistán, Francia y España: “Al principio el choque, cuando llegué al Aeropuerto, fue duro, especialmente cuando sientes que nadie te entiende o cuando la gente habla muy rápido y no los entiendes. Después de un largo proceso y largas horas de estudio, adquirí un nivel en el que puedo mantener una conversación con una persona, así como entender la radio y la música. Hay muchas cosas por mejorar, pero creo que lo que hice allá y he mejorado es impresionante”, relata el tadeísta.
La diversión también hizo parte de este intercambio
Así, por ejemplo, describe que los japoneses son gente querida y amable, pero ante todo, de mucho respeto, pues sus formas de mostrar afecto a las personas son muy diferentes a la nuestra: "Entendí que a pesar de las diferencias, todos tenemos los mismos derechos”, comenta.
Pero, además, esta experiencia lo convirtió en un cosmopolita. Gracias a los convenios que tiene la Escuela y dado que Malta hace parte de la Unión Europea, al tiempo que su ubicación geográfica es central para destinos en Europa y Asia, Andrés pudo conocer ciudades llenas de historia como Roma, París, Barcelona, Atenas y Venecia.
Tras vivir veinticinco semanas en la isla, nuestro embajador tadeísta advierte que el único riesgo de llevar a cabo un proceso de internacionalización es quedarse con las ganas de volver a repetirlo: “Puedes descubrir qué te hace ser colombiano, puedes descubrir qué es tu lenguaje, que es lo que te hace ser tú, cuál es tu historia y cuáles son tus raíces, pero ante todo, conocer el valor de la diferencia y ser testigos de primera mano en historia antigua, así como en temas como la arquitectura, el diseño y la filosofía. Ahora yo quiero que más personas experimenten lo que yo experimenté”.
Fue una oportunidad para viajar por Europa
Finalmente, Diego destacó el papel de vital importancia que jugó la Universidad, a través de la Oficina de Cooperación Nacional e Internacional y la Dirección de Bienestar, al estar pendiente en cada momento en su proceso de formación en la isla.
Nuestra Universidad, gracias al fortalecimiento de su línea estratégica de Utadeo Internacional, cuenta actualmente con más de 114 convenios internacionales, entre ellos de intercambio académico y de investigación, así como de doble titulación y perfeccionamiento de un idioma extranjero. Si deseas conocer o participar en las diferentes convocatorias de internacionalización, puedes acercarte a la Oficina de Cooperación Nacional e Internacional, ubicada en la carrera 4 No. 23-76, oficina 107.