Utadeo llevó a cabo la sexta sesión de la Cátedra Utadeo +70: Futuros Posibles, donde se exploraron las transformaciones actuales y futuras en los procesos de creación, investigación y diseño. La conferencia, titulada “Inteligencia Artificial (IA) en Artes y Diseño”, fue dirigida por Carlos Orlando Peña, un experto en ingeniería de sistemas con una destacada trayectoria en empresas como Microsoft y Google, donde actualmente trabaja como customer engineer para Google Cloud.
Durante su presentación, Peña destacó que la Inteligencia Artificial (IA) no es un concepto nuevo, ya que sus raíces se remontan a los años 50. Explicó que la IA abarca cualquier técnica que permita a una máquina imitar el comportamiento humano, como los chatbots, los sistemas basados en reglas y la robótica. A partir de los años 80, el Machine Learning comenzó a desarrollarse y en 2010 surgió el Deep Learning, que permitió avances significativos en la IA generativa y el cálculo de redes neuronales.
Peña presentó varios modelos avanzados desarrollados por Google, como Gemini, un modelo multimodal capaz de interactuar con diversos formatos; MedLM, especializado en el sector salud; Sec-paLM, orientado a bancos y universidades; Imagen 3, enfocado en la generación y procesamiento de imágenes; y Veo, enfocado en video.
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Posteriormente, en un espacio dedicado al Think Tank, se reunieron profesores, egresados y estudiantes de diferentes programas académicos para discutir el uso de la IA en diversas disciplinas e industrias. Entre las cuestiones que abordaron, se plantearon preguntas como: ¿Las máquinas pueden ser creativas o solo replican estilos?, ¿Son creativas u obedientes?. Los participantes expresaron su aprecio por la “imperfección” del trabajo humano en contraste con la perfección lograda mediante IA, valorando lo que definieron como un trabajo “humano y con alma”.
Una de las conclusiones más importantes del Think Tank fue la importancia de fabricar ideas y discusiones constructivas sobre el uso de estas herramientas tecnológicas, buscando facilitar, agilizar y optimizar los procesos sin deshumanizar los resultados ni perder la creatividad inherente a los seres humanos, y sin cruzar los límites de la ética profesional.