Desde el año 2021 Utadeo ha liderado un ambicioso proyecto financiado por el Sistema General de Regalías de la Gobernación del Magdalena, el cual tiene como propósito desarrollar sistemas de producción sostenibles de frutas y hortalizas de alto valor nutritivo bajo condiciones protegidas. Con una inversión que supera los 6.500 millones de pesos, el proyecto se ha desplegado en tres municipios clave: Pivijay, Zona Bananera y Guamal.
"Este proyecto se encuentra en su etapa final, con sistemas de riego de bajo costo, energía fotovoltaica y cuartos fríos completamente instalados y en pruebas finales", afirma Luis Alejandro Arias, director del Centro de Bio Sistemas de Utadeo e investigador principal del proyecto.
Entre los beneficiarios se encuentran agricultores, y estudiantes, quienes ya están dando inicio a nuevos ciclos de producción de manera autónoma, sembrando variedades como pepino, pimentón y tomates, gracias a las semillas proporcionadas por el Centro de Bio-Sistemas en enero de este año.
El alcance y relevancia de esta iniciativa a nivel nacional se evidencia en el interés demostrado por diferentes instituciones como la Secretaría de Educación del Departamento de Magdalena, el Ministerio de Educación, la Universidad del Magdalena y Mintic. Incluso, se tiene prevista la presentación de un documental sobre el proyecto en el Colegio de Pivijay, realizado en colaboración con el Ministerio de Educación.
El enfoque del proyecto abarca tanto la viabilidad económica como las consideraciones de mercado para establecer sistemas hortícolas bajo condiciones protegidas. Implementando el concepto WEF Nexus (agua, energía y alimentos) y haciendo uso de energías renovables, el proyecto no solo busca impulsar la reactivación económica de sectores clave, también fortalecer la seguridad alimentaria del departamento.
El proyecto de agricultura sostenible en el Magdalena, no solo representa un impulso hacia la sostenibilidad y la seguridad alimentaria, sino también un ejemplo de colaboración interinstitucional y de compromiso con el desarrollo regional. Con el cierre de esta fase se espera promover prácticas sostenibles en la producción de alimentos en la región y contribuir a su desarrollo económico y social.