La tadeísta abanderada de los animales sin hogar
Los términos que esta joven bogotana eligió para darle un nombre a la fundación que creó en el 2012, también podrían describirla bien a ella: Protección Responsable Animal para Personas Interesadas y Conscientes (Prappic).
Mariana Grisales Henríquez cursa la última etapa de la carrera de Comunicación Social en Utadeo, es hija del arquitecto Ricardo Grisales y de la psicóloga Carolina Henríquez y hermana de Manuela, estudiante de Literatura de la Javeriana. Está soltera, pero ennoviada y feliz con el arquitecto Juan Esteban Montes, y es “mamá” de cuatro hijos peludos: los perros Mila, Sol y Blue y la gata Romina. Todos ellos rescatados.
Dice amar a los animales y sentir una profunda afinidad con ellos desde que tiene uso de razón: “Mis papás cuentan que desde que tenía unos cuatro años yo me iba detrás de los perros y los gatos callejeros, quería acariciarlos, estar con ellos”, afirma.
Ese sentimiento se transformó poco a poco en la necesidad de protegerlos; por esa razón decidió estudiar medicina veterinaria en La Salle. “En ese punto empecé a rescatarlos y a llevarlos a las instalaciones de la universidad, pero luego descubrí que quería protegerlos pero no así, sino por la vía de educar a la gente en este tema”.
Y fue tras un intercambio de seis meses para estudiar inglés en Canadá que se dio cuenta de que buena parte de los esfuerzos que hacía con los animalitos cruzaban por la comunicación, así que de regreso cambió de carrera y de alma mater. “Busqué una universidad que me permitiera estudiar pero seguir adelante con mi proyecto. Y apareció la Tadeo; debo decir que todo lo que aprendo y hago aquí, lo aplico con lujo de detalles a mi trabajo con los animales”.
¿Cuál es el logro personal o profesional que más recuerda?
Alcanzar un equilibrio entre mi vida de estudiante y las labores de Prappic. Ya no veo a la Tadeo como un espacio en el que uno asiste a clases y actividades académicas, sino como el lugar en el que aprendo para cultivar y hacer crecer algo que quiero. Logré entender que todo lo que estudio en la Universidad, beneficia la construcción de mi proyecto.
¿Cuál es la experiencia más inspiradora que ha tenido en su vida?
Me ha inspirado siempre el hecho de que soñar es posible; he entendido que las barreras se las pone uno mismo, que solo depende de uno crear lo que se quiere. Te pongo un ejemplo: me siento orgullosa de la primera jornada de adopción de perros y gatos en Bogotá que organizamos siete fundaciones, echando mano solo de la realidad virtual. Todas las personas que se sumaron podían ver por su celular a los 1.200 animalitos que buscaban un hogar, el mismo día y al mismo tiempo. Fue algo interesante, innovador y diferente.
¿Qué significa para usted pertenecer a la comunidad tadeísta?
Ser tadeísta me produce un orgullo gigante. La Universidad me abrió las puertas y me dio la oportunidad de seguir construyendo lo que soy. Siento que mi carrera me ha dado las herramientas que necesito para poderme enfrentar al mundo profesional y no ser una más del montón.
Defínase en 3 palabras…
Intensa
Perseverante
Supersoñadora
¿Qué es lo que más le apasiona en la vida?
Me mueve transformar vidas y poder transmitirle a la gente el conocimiento que tengo para que inspire a los otros a cambiar vidas conmigo. Movilizar, contagiar a los demás... Gracias a eso he logrado rescatar a cerca de 1.700 animalitos en Bogotá.
