Charlas académicas y talleres para estudiantes, fueron las actividades que se llevaron a cabo en la quinta versión de CreAcción, el evento bianual de la Facultad de Artes y Diseño de Utadeo, que en esta ocasión celebró su primer decenio y contó con estudiantes e invitados de todas las áreas del conocimiento.
Bajo la promesa de cruzar “múltiples miradas”, los conferencistas de esta versión provinieron de diferentes disciplinas y lugares geográficos. Una intención que la rectora de Utadeo, Cecilia María Vélez, resaltó como esencial para el espíritu tadeísta, cuya apuesta es la de unir la ciencia y el arte.
Los invitados de esta edición fueron: Tim Wallace, director del Departamento de Antropología de la Universidad Estatal de Carolina del Norte, Estados Unidos; Adrián Lebendiker, profesor de la Universidad de Palermo y fundador del Centro Metropolitano de Diseño de la Universidad de Buenos Aires; Diego García Reyes, fundador del Bogotá Design Festival; y Juan Pablo Salcedo, director de la Maestría de Diseño para Industrias Creativas y Culturales de la Universidad El Bosque; quienes hablaron sobre el papel de las industrias culturales y creativas en la economía, un renglón que cada día gana más importancia.
En el primer día de CreAcción, Adrián Lebendiker y Diego García presentaron el panorama general de las industrias culturales y creativas en Colombia y Latinoamérica. Una historia marcada por el reconocimiento tardío de su importancia y por el desarrollo en espacios locales de proyectos de emprendimiento.
Para Lebendiker, las industrias creativas son un nuevo sector de la economía, donde se combina la producción cultural con el impacto económico. Es una industria que le aporta a elementos intangibles, como la identidad o los bienes simbólicos, pero que también le aporta al comercio, al desarrollo local y a la internacionalización.
Por su parte, Diego García señala que estas industrias deben romper los paradigmas en torno a las prácticas culturales como negocio. No se puede seguir entendiendo la cultura y lo creativo como algo lúdico o como una pérdida de tiempo; hay que entender que la formación académica en las artes o el diseño no riñe con lo competitivo ni con el mercado, y que hay una gran diferencia entre el “sin ánimo de lucro” y el “con ánimo de pérdida”.
La segunda jornada de CreAcción estuvo marcada por los aportes innovadores que pueden hacen estas industrias. Como relató Tim Wallace, quien actualmente realiza un proyecto de investigación sobre turismo sostenible en la Isla de San Andrés, en convenio con Utadeo, una de fortalezas que tiene esta industria es la de transformar la vida, la identidad y las prácticas de consumo de las personas.
Algo que Wallace denomina como nuevo turismo, hace referencia a la búsqueda de experiencias únicas por parte de los turistas a sus lugares de destino. Hoy en día no es suficiente con visitar un lugar sino que las personas queremos compartir con otros y vivenciar cosas. Un lugar donde las industrias culturales pueden jugar un papel central, al ofrecer prácticas culturales propias de una manera que no se genere un detrimento en lo local.
Como cierre a estas jornadas, Juan Pablo Salcedo concluyó que hablar de industrias creativas es un cambio de paradigma. Acostumbrados a un modelo tripartito que integra la academia, la empresa y la administración pública como una mirada holística de la realidad, las industrias culturales ponen en el centro a las personas. La intención de esta nueva economía es generar valor a través de experiencias, que se vean reflejados en los ámbitos políticos, económicos, sociales y familiares.