Bogotá, una ciudad hermosa

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Bogotá, una ciudad hermosa
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Martes, Noviembre 26, 2019

Redacción: Ana María Contreras

Parecida a Nueva York, tan famosa como Berlín y llena de historias por contar. Esa es la que tenemos pero nadie se atreve a contar. 

 

Pero para qué comparar nuestra ciudad, si es que somos más de siete millones de personas que vivimos y transitamos día a día por la capital colombiana, además de tener las situaciones más irónicas, diversas y envidiables del planeta. ¿Quién fue el que comenzó a tratar mal a Bogotá? ¿Cuál es la vaina de buscar y rebuscar una cultura que al parecer lleva extraviada hace tiempos?. Imposible no tener sentido de pertenencia del lugar en el cual nacimos y que ha sido la oportunidad de crecimiento de miles de personas.  Cómo vamos a comparar el rayar los monumentos más icónicos de la ciudad, celebrarle el cumpleaños a un hueco de una calle y partirle un ponqué o decirle vecino al que vive en otra localidad, con la vida extranjera, eso sólo pasa aquí. Para qué hacer más chistes con lo que ya es un chiste en sí mismo. 

Lo importante es que, como dice la canción, la estamos pasando bueno. Los bogotanos tenemos una capacidad inconcebible para saltarse las adversidades y verle el lado bueno al asunto, pese a las crisis, colados en transmilenio, huecos en las calles, los inmamables trancones y los grafitis en todas las paredes, no se ha estallado, y ojalá no, la peor batalla del siglo XXI en la ciudad. Si algo tenemos claro es que los bogotanos queremos un cambio, la ciudad tiene con qué; Bogotá tiene un potencial que ni siquiera los mismos habitantes de esta nos hemos dado cuenta, porque con algunos, el pesimismo pareciera no tener límites, incontentos con la situación, se quejan, reclaman, odian y discuten todo a su alrededor; se cansan de todo menos de sí mismos y peor, se quedan sin alguna solución.

De repente no se trata de ver todo color de rosa o pretender que todo cambie haciendo cara bonita, pero ya basta del descontento social tan degradante que se observa todos los días al salir de casa, no me explico cómo es que los más de siete millones seguimos sonriendo con tanta mala espina detrás nuestro, piense cuál fue el último texto que leyó que le habló bien de su ciudad y de usted como ciudadano. ...

Nuestras mentes están atestadas de malas noticias, cansados del mundo sin buscar solución, el conformismo y la humillación se pasaron de la raya pero porque nosotros lo hemos permitido, no con la tolerancia sino con la intolerancia que consumimos diariamente no aguantamos nada. Le reto a que hoy se quite la máscara de amargura y haga caso omiso a la sociedad disfrazada de maldad, sonríale al que tiene al lado, salude al venezolano número veinte que se subió a Transmilenio, ceda el puesto a la anciana enferma, al muchacho cansado, pague su pasaje, espere el semáforo en verde, no graffitee el monumento a Los Héroes, no le rompa el vidrio del local de la vecina que con tanto esfuerzo lo levantó, devuelva la billetera que se encontró y aguantese el trancón.

Creámonos el cuento, Bogotá es linda y tiene potencial, Bogotá es una ciudad prospera, vamos a salir adelante, las cosas van a cambiar, comencemos usted y yo, no necesitamos un esfuerzo sobrenatural, ni romper las cosas, agredir a nuestros estudiantes, atacar a los policías ni destruir lo poco que nos queda; apoyemos las marchas pacíficas y contrariemos el vandalismo. No destruyamos lo nuestro esto es lo que hay y lo vamos a arreglar.

 

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