Las nuevas etapas anteceden a despedidas que nos permiten recordar diferentes momentos de la vida, personas, aciertos y por qué no, desaciertos, en ese proceso, la reflexión del camino recorrido toma fuerza y más cuando se ha sido tan feliz en algún lugar.
Eso, precisamente, fue lo que se vivió en el homenaje a Pastora Correa, la Decana del Diseño, en el Auditorio Fabio Lozano, en el cual amigos de la universidad la acompañaron y con sentidas palabras hicieron un recorrido por su noble labor.
El nombre de Pastora Correa no solo está ligado al diseño, la moda y la creatividad, sino que habla de una persona dispuesta siempre a ayudar, enseñar, acompañar a los demás a cumplir sueños y sobre todo a perseverar por la excelencia en lo que se hace.
“Ella fue una maestra para la vida, amable, cariñosa y dispuesta para resolver dudas además de facilitarnos el camino para encontrar soluciones”, estas fueron las palabras de Laura Fernanda Bolaños, estudiante del programa de Diseño Gráfico, en representación de los alumnos.
Más de tres décadas formando profesionales que se destacan en la sociedad y ser clave en las transiciones importantes de la Universidad. “Pastorcita, nos acompañó en momentos cruciales en la universidad. La conocí, hace ya muchos años, desde que comenzó su carrera como docente y por varios niveles académicos. Nos ha dejado un gran legado profesional y personal”, señaló el rector Carlos Sánchez Gaitán.
Esos años se resumen en creatividad y entrega a lo que Pastora Correa ha amado: el diseño. De ahí que hacer un recorrido por esa vida y su labor estuvo a cargo de la profesora de la Facultad de Artes y Diseño, Johanna Zárate, quien lidera el proyecto llamado Momentum, que habla de la vida de las diseñadoras que marcaron la historia del país y que como primera protagonista destaca la vida de Pastora.
Veinticuatro minutos nos acercaron a la vida de Pastora y su legado profesional que sin duda alguna deja huella. Sin embargo, el tiempo y las palabras no alcanzan. Por eso, Pedro José Duque, docente y maestro en bellas artes, recordó detalles como por ejemplo de cómo vestía Pastora el día en que se conocieron, su buen sentido del humor y esa habilidad para liderar equipos.
“De Pastora aprendimos que ser diseñador es ser humanista. Que ser diseñador es ser riguroso con los propósitos de la disciplina. Hemos entendido que el diseño es un conocimiento que tiene una dimensión de comprensión y que la diversidad es la clave para la supervivencia. El amor que trasmite Pastora a través de sus acciones trasciende a la razón sensible y se incorpora en el mundo del diseño y en el universo de las ideas”, señaló Felipe Londoño, Decano de la Facultad de Artes y Diseño.
Los aplausos y gestos de cariño marcaron la jornada y claro también algunas lágrimas, porque emprender nuevos caminos también requiere soltar y eso tiene su proceso. “Gracias inmensas por todo lo dicho, me ha llegado profundamente todo lo expresado. Gracias por haberme apoyado durante estos años, gracias al maravilloso equipo de trabajo con el que he podido desarrollar estos logros que han sido en equipo”, fueron las palabras emocionadas de Pastora Correa quien se despidió con unas letras de Marco Aurelio y la promesa de seguir viviendo intensamente.
"Todos somos criaturas de un día; tanto el que recuerda como el recordado. (Pedro gracias por la promesa de recordarme). Todo es efímero; tanto la memoria como el objeto de la memoria.
Está por llegar el momento en que habrás olvidado todo y está por llegar el momento en que todos se habrán olvidado de ti.
Piensa siempre que pronto no serás nadie y no estarás en ningún lado. Pero mientras tanto, mientras tenga energía, memoria y el afecto, todos ustedes estarán en el centro de mi corazón. He vivido mi vida intensamente. Estoy llena de sentimientos encontrados".
