Santurbán, demagogia anunciada

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Santurbán, demagogia anunciada
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Martes, Octubre 6, 2020

Redacción: Diego Quijano

 

El 11 de abril de 2018, el otrora candidato a la presidencia, Ivan Duque Márquez participó en un foro sobre democracia organizado por la Universidad Autónoma de Bucaramanga. En ese evento se estaba debatiendo sobre los proyectos mineros a los alrededores del pàramo de Santurbán. El candidato manifestó lo siguiente:  “No vamos a permitir minería en ninguna zona delimitada de páramo de Colombia, eso tiene que ser categórico”.

 

De igual manera, Juan Carlos Ordóñez, periodista de caracol radio, interpeló a Duque, diciéndole que en las zonas delimitadas está ya prohibida la minería; y luego le preguntó si permitiría la minería cerca a esas zonas delimitadas. A lo que el candidato del centro democrático respondió: “yo sé para dónde va su pregunta y yo he escuchado con mucha atención las preocupaciones de la comunidad de Santander. Es que eso no es si es aquí abajito o aquí arribita o acá… lo que está comprometido es un riesgo sobre las fuentes de agua y no se pueden adelantar proyectos que comprometan o pongan en riesgo las fuentes de agua de ciudades como Bucaramanga y de otros municipios”.

 

Dos años después, un estudio de impacto ambiental, de la alcaldía de California y el acueducto metropolitano de Bucaramanga, concluyó que el nuevo proyecto minero para extraer oro en la región de Soto Norte, podrìa traer serias consecuencias como desabastecimiento hídrico, contaminación a 10 nacimientos de agua , poner en riesgo a màs de 70 especies de fauna y flora y desplazar a decenas de familias en esa región. Este proyecto minero es  de la empresa árabe Mubadala Investment Company, impulsado por la Sociedad Minera de Santander (MINESA).

 

La Brújula conversó con Hernàn Morantes, abogado del comité para la defensa del agua y del páramo de Santurbán; Hernán nos dio datos cruciales sobre el proyecto, las consecuencias que tendría al ecosistema y la búsqueda para la protección de los páramos en Colombia.

 

¿En qué consiste el proyecto en Soto Norte?

 

“Minesa es una multinacional de emiratos Àrabes, la cual firmó una concesión minera en el año 2017. En ese entonces, presentó una solicitud para una licencia ambiental frente a las autoridades competentes. Este proceso fue fallido porque la empresa no realizó un estudio de impacto ambiental, de acuerdo a los estándares normativos y técnicos que se requieren. En el 2019 volvió a presentar la solicitud dando apertura a este proceso de licenciamiento de explotación minera. El proyecto de minería a gran escala de forma subterránea que pretende sustraer nueve millones de onzas de oro, cobre y plata.”

 

¿En dónde se desarrolla el proyecto y qué ecosistemas afecta?

 

“Este proyecto se desarrolla en el bosque alto andino de Santurbán, el cual es un ecosistema estratégico para el abastecimiento de agua para 2.5 millones de personas. Ese proyecto está en toda la zona de amortiguación del páramo de Santurbán. Nosotros hemos denunciado que fue delimitado de manera amañada, fraccionando el ecosistema, con el único propósito de que este contrato de concesión quede por fuera del área delimitada. Teniendo en cuenta la infraestructura minera, este proyecto es incompatible con el ecosistema. En esa zona hay mucha agua subterránea que tiene conexión con el páramo. Ellos dicen que no, pero el río Suratá tiene conexión con el agua subterránea el cual ellos afectarán. Además, pretenden extraer 67 millones de toneladas de roca, donde existen metales como uranio, arsénico y cadmio que son más peligrosos que el mercurio y el cianuro. Estas rocas serán puestas en en relaves filtrados (depósitos donde se colocan residuos contaminantes).”

 

 

¿Qué evidenció el estudio de impacto ambiental de la alcaldía de California y el acueducto de Bucaramanga?

 

“Bueno, primero que Minesa está en zonas incompatibles con la minería, porque son zonas de protección; área de influencia del Plan Nacional de Restauración Ecológica, Rehabilitación y Recuperación de Áreas Degradadas (PNR) del páramo de Santurbán, zonas de subpáramo, en zona de bosque alto andino; van a afectar más de 10 nacimientos de agua y acuíferos. También, los estudios hidrogeológicos están mal formulados, porque, a pesar de que tienen abundante información, nunca hicieron un estudio real de conectividad entre al agua superficial y el agua subterránea. Nuestros técnicos hicieron una mejor investigación y concluyeron que Minesa no hizo las perforaciones de acuerdo con la profundidad a la que va a estar la mina y tampoco tiene referenciado el volumen de los acuíferos; ese estudio no tiene unos estándares básicos. Están luchando contra toda lógica científica.”

 

Según el estudio, ¿Minesa pretende construir un depósito de relaves secos pasando por encima de los predios de protección del Acueducto Metropolitano de Bucaramanga?

 

“Si, el Estado tendría que expropiar el acueducto de esos predios para poder depositar 34 millones de toneladas de desechos; Esa zona la vuelven un basurero minero. El acueducto ya manifestó que no iba a vender esos predios.”

 

¿Es verdad que existe un basamento cristalino que no dejaría filtrar el agua contaminada al acueducto Metropolitano de Bucaramanga?

 

“Ellos mismos reconocen que hay un fracturamiento al nivel freático que se puede extender a la zona baja del páramo. Es un basamento cristalino y, a pesar de que esa roca tiene un nivel de impermeabilidad alta, existe un fracturamiento en la roca. Es un nivel de riesgo enorme. Y acá es donde viene lo jurídico; hay principio de precaución, principio in dubio pro natura, que debe aplicarse porque  está en riesgo el agua de millones de personas.”

 

¿Existiría riesgo de desabastecimiento hídrico?

 

“Claro. El municipio de Bucaramanga está catalogado en un nivel de vulnerabilidad hídrica, con riesgo de desabastecimiento de agua en época de estiaje. Cuando usted le mete presión arriba, donde nace el agua, incrementa la vulnerabilidad de desabastecimiento dentro del contexto de cambio climático. Y eso es lo que ha venido denunciando el acueducto; en épocas de verano, no nos quedamos sin agua,  gracias al río Suratá. Y es precisamente esa cuenca hidrográfica la que será afectada por el proyecto.”

 

¿Qué impactos negativos tiene el proyecto?

 

“El 81% de los impactos de este proyecto son negativos de los que se encuentran, desplazamiento, afectaciones a la demanda de productos, a la flora, a la fauna y al agua”

 

 

¿Qué especies de fauna y flora se verían afectadas?

 

“Más de 60 especies endémicas y semiendémicas como aves y reptiles. Esa zona de transición del oso de anteojos. Talarán 18 mil robles, los cuales son muy importantes para la regulación hídrica.”

 

 

¿Qué poblaciones estarían en riesgo de desplazamiento?

 

“Las de California y las de Suratá; son más de 400 personas que serán desplazadas, si permiten la realización del proyecto.”

 

Según Minesa, las regalías serían entre 10 mil y 16 mil millones al año al departamento de Santander, ¿estas cifras generan riqueza y desarrollo a las comunidades de la región?

 

“Hay que analizar el sistema de repartos de regalías. Ellos nos dicen: son 1.2 billones que dejarán en 21 años. Pero, haciendo los cálculos, e inflando un poco más las cifras y afirmando que el 50% de esas regalías van al departamento (porque eso casi nunca es así), anualmente, el proyecto dejará más o menos 28 mil millones de pesos. Si esto lo dividimos per cápita, ¿cuánto le queda a la gente? Fuera de eso, el acueducto dice que la búsqueda de otro afluente vale 200 millones de dólares. Y esas regalías no las consignan así no más. Eso llega a las bolsas municipales y con toda la corrupción, va a quedar menos plata. Si uno  hace la ponderación, costo-beneficio, evidentemente no alcanza a cubrir los impactos a perpetuidad sobre los ecosistemas que dejará el proyecto. ¿Quiénes van a correr con esos gastos? El Gobierno, los municipios. Y eso vale miles de millones de pesos. En derecho, si usted comete un impacto ambiental negativo, el Estado le da 20 años para adelantar el procedimiento administrativo sancionatorio en materia ambiental. Pero, habrá una complejidad para establecer esos términos y ese daño quedará para toda la vida.”

 

Hace dos años, el entonces candidato Iván Duque dijo en un foro en Bucaramanga que no iba a permitir minería a los alrededores del páramo de Santurbán. ¿Qué le diría hoy al presidente?

 

“Muy desafortunado que venga acá a Santander a mentir. Porque ese día, él dijo que ese proyecto no afectará las fuentes hídricas. Pero nosotros le estamos demostrando que efectivamente afectará. Esto no se trata de si está en páramo o no, sino si va afectar nuestras fuentes de agua. Y eso evidencia un cambio de discurso. El miente y con un agravante: hace poco dijo “Minesa no va a llegar”. Pero entonces ¿quién le dio la concesión? Un contrato de concesión no le da derecho a explotar, porque falta la licencia ambiental. Pero a él le va a tocar decidir sobre la licencia de este proyecto. Él sale muy campante a lavarse las manos y dice que el contrato de concesión lo entregó Santos y no Duque. Yo le diría a Duque que respetara al país. Que el tema de Santurbán es un tema nacional. Lo que va a pasar en Santurbán, pasará en los otros páramos del país; si nosotros llegamos a ganar esta pelea, va a ser un referente de cómo enfrentaremos este modelo extractivista que se ha demostrado que no le sirve al país para un desarrollo económico efectivo a nivel nacional.”

 

¿A qué población beneficia los páramos nacionales?

 

“El 70% de los habitantes de Colombia se benefician hidricamente gracias a los páramos de nuestro país. Pero no podemos comprender el “páramo” como lo está comprendiendo el gobierno; de una manera aislada, fragmentada, para poder hacer minería en el bosque alto andino, que es parte de los páramos. No solamente es proteger la alta montaña, sino también tener en cuenta la conectividad y la integridad de los ecosistemas para que realmente se pueda garantizar el derecho al agua y a la vida de todos los seres vivos  habitantes de esos ecosistemas.”

 

Existe una iniciativa por parte de algunos alcaldes y gobernadores de proteger los 36 páramos en Colombia ¿qué se necesita para lograrlo?

 

“Existen unos estándares internacionales y legales de protección de los ecosistemas estratégicos. Se debe aplicar la norma; proteger la integridad ecosistémica, aplicando los artículos 8, 79 y 80 de la constitución. El programa 21, capítulo 13 de las naciones unidas, ordena proteger los ecosistemas frágiles, de montaña, que es donde proviene el agua para el mundo. Pero acá, se han hecho medidas como la delimitación, desprotegiendo los ecosistemas de alta montaña. Lo que nosotros planteamos es la construcción de ordenamientos territoriales, en consenso con las comunidades, de tal manera proteger todo el ciclo hídrico. Y de no ser así, acudiremos a las instancias judiciales para que se aplique estos estándares internacionales y normativos.”

 

Un largo camino queda por recorrer, para proteger los páramos de Colombia. Lo que es cierto es la obligación y el deber del Estado para proteger los ecosistemas. No obstante, las políticas extractivistas salen a relucir en un gobierno que, en campaña dice lo que la gente quiere escuchar, pero donde  le da más importancia a la explotación del oro que al líquido vital.

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