Jorge Ignacio Gómez, un hombre de mercadeo
Si alguien conoce con lujo de detalles la evolución del mercadeo en Colombia, ese es el tadeísta Jorge Ignacio Gómez, egresado de la primera promoción del programa de Mercadeo en el año 1972, cuando este programa era técnico superior en Mercadeo.
Tras 47 años de ejercicio profesional, Gómez, dice sentirse, al igual que como cuando ingresó por primera vez a Utadeo, un “hombre de marketing”, esa disciplina que le ha traído emociones, alegrías y motivaciones no solo en su rol profesional, sino también en el ejercicio académico y de investigación de más de 25 años en las universidades Jorge Tadeo Lozano y Central.
Su pasión por el mercadeo inició cuando se encontraba estudiando en el Colegio Alfonso Jaramillo. Uno de sus profesores, el doctor Tovar, se convertiría en uno de los primeros directores del programa de Mercadeo y en uno de sus guías en la carrera. Antes de ingresar a la Universidad tuvo la oportunidad de realizar un intercambio académico en Estados Unidos, cuando apenas tenía 17 años. Allí conoció las principales tendencias del mercadeo.
Tras su paso por la Universidad, enmarcada por la vida nocturna de la carrera, donde la mayoría de sus 30 compañeros trabajaban en el día, recuerda los partidos de fútbol en el quinto piso del Módulo 1, lugar en el que, para entonces, quedaba Bienestar Institucional, dirigido por Jaime Forero, con quien estableció una relación de camaradería que lo llevaría, posteriormente, a hacer parte del club de fotografía y ser nombrado como su presidente. Con este grupo pudo conocer diferentes lugares de la Sabana de Bogotá y otras regiones del país.
“Había una empatía y camaradería entre los estudiantes y los profesores”, recuerda Gómez con nostalgia, especialmente evocando aquellos tiempos en los que hacían tertulias los viernes, espacios que dieron lugar al primer centro de investigación dentro del programa.
Abrirse camino en el mercado laboral no fue una tarea fácil, dado que para la década de los setentas aún no se conocía con exactitud cuál era la función del profesional en mercadeo. Sin embargo, Gómez supo posicionar muy bien la disciplina en sectores financieros, industriales, farmacéuticos y tabacaleros.
Luego de graduarse de la Universidad, ingresó al curso en Análisis Financiero y Técnica Bancaria Internacional en el Chase Manhattan Bank (Estados Unidos), estudios que le sirvieron para ser nombrado como subdirector fiduciario de ese banco. Luego, trabajó en la International Marketing Service, en la división de Colombia y Puerto rico. En esta multinacional de investigación de mercados aprendió sobre el mercadeo farmacéutico, conocimientos que, posteriormente, reforzaría en México y Brasil.
A medida que se conocía el potencial del mercadeo en Colombia, los profesionales del ramo también crecían en posiciones laborales, al tiempo que otras universidades ofertaban programas relacionados. Tras haber trabajado como gerente de mercadeo en la caja de compensación Indufamiliar y haber sido gerente de promoción y publicidad para Colombia de importantes tabacaleras como Philip Morris y Liggett & Myers, nuestro tadeísta asumió uno de los retos más importantes de su carrera: asesorar al Gobierno nacional en materia de mercadeo para el sector empresarial, por intermedio del SENA, dado que para entonces no había expertos en el campo. Con esa misma institución, apoyó la organización de las mesas sectoriales de logística y mercadeo a nivel nacional.
Hacia 1985, cuando en Utadeo se ofertó el programa profesional en Mercadeo, Gómez se convirtió en uno de los primeros profesionales. Dos años antes ya hacia parte del cuerpo docente de la Universidad, en las decanaturas de Publicidad, dirigida por Ricardo Beltrán, y Mercadeo, orientada por Alberto Narváez. Allí impartía las asignaturas de Fundamentos y principios de mercadeo e Investigación de mercados, su principal fortaleza. Y así lo hizo hasta el 2008, cuando decidió, por motivos personales, alejarse de las aulas de clase.
Las aulas hicieron parte de sus grandes pasiones: “me sentía muy feliz de aprender de los alumnos y vivir actualizado, al tiempo que compartía con ellos mis experiencias”, señala Gómez, quien inició a muy corta edad sus pinitos como profesor, en la Facultad de Administración de Empresas de la Universidad Central. Como anécdota recuerda que sus estudiantes eran mayores que él.
Una de las fortalezas que, reconoce, heredó de su formación en Utadeo fue la visión de un profesional integral, caracterizado por la creatividad, el encuentro con el arte, pero también con lo estadístico y lo matemático, diferenciales que lo llevaron a ser exitoso: “el mercadeo es una pasión; llevar ese deseo diario del conocimiento sobre las empresas, los mercados, las estrategias y los medios es lo que me motiva cada día”.
En “la Tadeo”, como le dice cariñosamente a su alma máter, también cosechó amistades que hoy día perduran. Uno de ellos es Rodrigo Arango Ortiz, con quien fue compañero de carrera y posteriormente cofundaron la Compañía de Estudios y Producción. En el ámbito académico está José Alberto Dueñas, profesor de la Escuela de Administración, Contaduría y Mercadeo de Utadeo.
“La Universidad para mí está en permanente innovación, crecimiento y evolución desde el punto de vista humano y de su infraestructura. Es un punto de referencia en mi vida y hoy día experimenta un crecimiento vertiginoso. Siempre llevó en mi corazón a la Tadeo y me siento feliz de ser tadeísta”, agrega Gómez, quien dice estar preparado para continuar formándose en la institución que lo vio crecer como profesional.
