Las medidas económicas tomadas por el régimen bolivariano, en comparación con las políticas que han tomado gobiernos de izquierda en los últimos años, es la reflexión que hace el profesor emérito de Utadeo, Salomón Kalmanovitz, en su más reciente columna de opinión publicada en El Espectador, bajo el título de “Es la macroeconomía, torpe”. El experto destaca que el exceso de poder del oficialismo en Venezuela ha llevado a apoyarse en funcionarios fieles pero incompetentes, en menoscabo del sector productivo, generando con ello una implosión de la economía.
Para Kalmanovitz, algunos regímenes de izquierda han combinado la tecnocracia con políticas que favorecen las clases sociales. Para ello, toma como casos de éxito lo sucedido en Portugal, Bolivia y Ecuador. En el primer caso, un gobierno progresista ha logrado resolver la larga recesión en la que se encontraba el país europeo. Por su parte, Bolivia lleva una década de solidez económica gracias a un Ministerio de Hacienda administrado por economistas que no permiten la hiperinflación. Así mismo, Ecuador ha aumentado impuestos para financiar las obras de infraestructura y los proyectos sociales.
Sin embargo, Venezuela no ha podido llegar a este equilibrio, pues la renta petrolera ha sido utilizada para cubrir gastos insostenibles, corrupción desbordada y destrucción de la base productiva.
A nivel político, el profesor emérito opina que es difícil que la oposición logre derrocar a Maduro mientras cuente con el apoyo de los militares, en un país donde hay cerca de 2.000 generales cuando solo se necesitan 100. Con la Constituyente, el chavismo busca liquidar la Asamblea Nacional elegida por el 70% de los ciudadanos, y así allanar el camino hacia un partido único que controle todas las ramas del gobierno, haciendo aún más difícil que el gobierno venezolano tome mejores decisiones económicas.