Es bien sabido que China ha logrado una relevancia internacional de gran importancia. Su crecimiento económico, transformación acelerada y cultura milenaria le mantienen como polo de interés internacional, así como jugador clave en el escenario global. De esta forma múltiples estados se han acercado cada vez más con este gran país. Colombia también lo ha hecho, aunque no fue hasta 1980 que se dieron los primero pasos en el acercamiento con el Estado de la República Popular China. Así nos cuenta Juvenal Infante en este artículo, donde relata de manera casi anecdótica pero muy informativa, cómo inició Colombia relaciones con el gigante asiático. Los retos y miedos se que apreciaban entonces al vincularse con un país de cultura tan ajena que no aparentaba ni un solo punto similar con la colombiana. Y resalta las acciones de aquellos personajes responsables de lograr que ambos países consiguieran satisfactoriamente una relación diplomática y política.
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