Contenido web archivado:

Este contenido es para fines históricos y no se le realizan actualizaciones

Madrinas al rescate

Madrinas al rescate

Las llamadas “madrinas” (mujeres rescatistas) de las fundaciones Corazón Peludito y Súper Tiernos, dedican su vida a la problemática social de los animales en situación de abandono. Ellas encargan de ayudarlos y rehabilitarlos para darles una mejor condición de vida y ayudar en el proceso de adopción por parte de una familia que aprecian los animales. Ellas deben asumir gastos y responsabilidades a la hora de hacerse cargo de los animales recatados, además de enfrentarse a una sociedad que no valora este trabajo, o que en ocasiones aprecia el esfuerzo de estas personas pero no aportan económicamente para solucionar un problema de indolencia de las comunidades con respecto al abandono y al maltrato animal.


La solución para esta problemática de abandono es la adopción responsable. Ellas trabajan muy duro en atender las deficiencias de salud de los animales para lograr que tengan unas condiciones aceptables, y con este proyecto lo que se pretende es dar otra mirada al tema de adopción, que no solamente conlleve un final feliz cuando el animal encuentra una familia, sino  destacar el trabajo de personas que silenciosamente y con mucho esfuerzo y aprecio por los animales, se toman el trabajo de aportar recursos, crear cadenas de animalistas y tomarse el tiempo de evaluar las condiciones que ofrecen diferentes familias para que la adopción realmente tenga un fin seguro para mejorar la vida de estos animales.

Para lograr este objetivo, las madrinas de la Fundación Corazón Peludito y Súper Tiernos permitieron un acercamiento sobre sus historias y sus rescates actuales, para así entender su trabajo a la hora de ayudar a un animal. Con esta etnografía se busca crear conciencia dentro de las personas de una sociedad para que se extienda la ayuda hacia estas personas, valoren su trabajo y se cree una sensibilidad especial hacia los animales que son abandonados, y se entienda que la sociedad no puede dar un trato de abandono y de irresponsabilidad con animales que son compañía para muchas personas y que merecen tener un espacio sano, tranquilo y alegre en donde compartan alegrías con miembros de diferentes familias.