Los estudiantes de la asignatura de Redacción de prensa II, realizaron reportajes donde se evidencian algunas de las temáticas paralelas que se desarrollan en el conflicto armado colombiano. Se trata de informes especiales e investigaciones periodísticas digitales, donde los alumnos exploraron diferentes matices de los más de 50 años de violencia en el país a partir de herramientas y plataformas multimediales.
El primero de ellos se llama Los rostros de la verdad, escrito por Paola Vargas y Héctor Ramírez. Este reportaje refleja la problemática de la desaparición forzada en Colombia desde una perspectiva internacional hasta la nacional, vista como una herramienta de represión contra quienes están en oposición a las políticas y acciones del gobierno de turno. Los estudiantes demostraron que se trata de cifras indeterminables por más de que cada institución u organización maneje cierto número de víctimas de desaparición forzada, además a partir de una crónica se cuenta una de las manifestaciones que realizaron las familias de personas desaparecidas hace 29 años tras la toma del Palacio de Justicia del M-19 y allí se cuentan los testimonios de las personas más afectadas por este hecho, los familiares.
El segundo se llama Perdón y reconciliación: víctimas y victimarios, realizado por Victoria Flórez y Paula Suárez. Un reportaje que muestra el daño que ha hecho el narcotráfico al país, planteado desde los perfiles y acciones de los victimarios del Cartel de Medellín y otros paralelos que han sido los autores de miles de asesinatos en Colombia por cuenta del fenómeno del narcotráfico. Así mismo, se evidencian los atentados realizados por los jefes del cartel, y finalmente se resalta la importancia de dar voz a las víctimas y repararlos con la verdad y la justicia.
El tercero es La tierra y la Ley, un reportaje realizado por Katherine Vega. Allí, se plantea si el punto acordado en la mesa de negociaciones de paz en La Habana, sobre la reforma rural integral significa un avance que realmente se tenga en cuenta en la cotidianidad nacional, o si más bien se trata de una contradicción del gobierno Santos, tras la creación de la figura de Desarrollo Rural y Económico. A parir de diferentes voces y el contraste de las fuentes, se analiza este tema y se le da la opción al lector de que se lleve su propia idea sobre este acuerdo al que ya se llegó en los diálogos de paz.
El cuarto de los reportajes, se denomina Minas quiebra vidas, desarrollado por Ángela Mora y Juanita Pérez, Allí se habla del drama en Colombia de las minas antipersona, como una de los países con el mayor número de víctimas de estos artefactos, sin embargo, se plantea que no se conoce el trasfondo del origen de estas minas que acaban con los sueños y vidas de las personas. También se analiza la situación que viven las víctimas, y la forma, muchas veces indebida, de cómo los medios de comunicación cubren este tipo de actos violentos, que finalmente provoca que este problema se vea como algo ajeno al resto de la sociedad colombiana.
Finalmente, Carolina Mena, con su reportaje Hijos de la guerra, investigó sobre el panorama de los menores de edad, víctimas del conflicto armado colombiano en el marco del proceso de paz desarrollado en La Habana. Este tema, se desarrolló en base a problemáticas como el desplazamiento, las masacres, asesinatos, desaparición forzada, secuestro y reclutamiento de niños, niñas y adolescentes, que a causa de la guerra de la que han tenido que ser testigos, terminan siendo víctimas a las que por ser menores de edad se les vulnera toda clase de derechos.
