Profesor programa de Comunicación Social – Periodismo Utadeo Caribe. Destacado por su evaluación de la docencia durante el primer y segundo semestre de 2020.
Entre más cerca se tiene la muerte, uno más se aferra a la vida. Cuando la pandemia nos obligó a estar lejos de las aulas y de la vida universitaria ¿cómo estar más cerca de los estudiantes desde la virtualidad? Si muchas veces dentro de las aulas de clases estamos tan lejos de ellos. Los computadores, conexión estable o inestable de internet, cámara web y el micrófono podían ser un muro o un puente. En mi caso, decidí que fuera un puente sólido en el que, desde distintas plataformas, aplicaciones y la nube, podía estar atento al proceso académico: entregas, asistencia, interacción y seguimiento de sus actividades.
En principio, me preguntaba cómo enseñar cine, televisión, edición audiovisual y narrativa sonora, que son asignaturas prácticas, a través de la aplicación de Google Meet. Para responder, fue necesario la creatividad, sobretodo, la capacidad de motivación para invitarlos a ser proactivos y constantes en la producción de contenidos. Mantener el mismo espíritu teórico-práctico de mis asignaturas, proponiendo actividades realizadas desde nuestras casas, donde las hermanas pequeñas de los estudiantes fueron las mejores actrices de los cortos, muchos padres o madres de familia se prestaban para ser personajes de las películas.
La colaboración y el trabajo en equipo permitieron que descubrieran las fortalezas de cada uno de ellos y descifraran, junto a mi acompañamiento como docente, el desarrollo de conocimientos que necesitaban en cada materia. Las cámaras de celulares y computadores reemplazaron en momentos las de televisión, fotografía o de cine. Para captura de sonido, el micrófono profesional boom y el de solapa no podía ser más que el auricular y la grabadora de voz del celular, y a pesar de ello, se hacía lo imposible para mantener el mismo rigor académico en cuanto a contenido y retroalimentación de las entregas. Muestra de ello fue que algunos estudiantes ganaron premios en festivales de cine al mostrar sus películas, sus podcasts los escucharon periodistas radiales y sus mejores entregas estarán en programas de radio profesional. Todo esto no hubiese sido posible, si no se mantuvieran intactas las ganas de abrazarlos y volver a encontrarnos. Tenerles paciencia, ponerme en sus zapatos, conectar las clases a lo artístico y a las realidades de nuestro país; saludar a cada uno al inicio y despedirlos en cada clase como si fuera la última.
