Tocando el cielo con las manos

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Tocando el cielo con las manos
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Fotos: Nicolás Pabón

Todo empezó con la llegada de un correo que me confirmaba como uno de los integrantes del Campamento de Verano 2017 del Instituto Confucio Utadeo. Al leer aquel correo mi alegría no paraba, pude ver que varios de mis amigos también habían sido seleccionados, desde un principio supe que esta iba a ser una experiencia inolvidable.

Los días parecían eternos pero finalmente llegó el día. Cuando aterrizamos en China costaba un poco asimilar que el sueño se estaba haciendo realidad, ese día marcaba el inicio de una gran aventura que ninguno de nosotros podría imaginar. Las ganas de hacer mil cosas a la vez eran inevitables; a pesar del cansancio nos trasnochábamos planeando que haríamos al día siguiente y la emoción tan solo me permitía dormir algunas pocas horas.

Viví momentos demasiado divertidos, por ejemplo el día en el que perdí mi tiquete del tren hacia Beijing y algunos de mis amigos me ayudaron para poder pasarme todos los complicados filtros de entrada sin ser descubierto. También, aquella vez que fuimos a un pequeño restaurante y terminamos riéndonos de nosotros mismos al ver lo graciosos que nos veíamos al cuestionar el valor de la cuenta y que ni nosotros mismos entendiéramos lo que decíamos en chino.

En conclusión, corrimos, compartimos, aprendimos, hicimos muy buenos amigos y reímos como nunca.

Un intercambio cultural de este tipo es definitivamente enriquecedor, personalmente me motivó e impulsó aún más mi decisión de encaminar mi vida hacia este maravilloso país. Ahora me queda un grato recuerdo y una enorme satisfacción que me reta a volver, me reta a seguir aprendiendo sobre la cultura e idioma de China, me reta a ser un gran representante de Colombia en China y dejar el nombre de todos los colombianos en lo más alto de este país, darnos a conocer y aportar un granito de arena en el fortalecimiento de la relación entre estas dos grandes naciones.

No me queda más sino agradecer al Instituto Confucio UTadeo por esta maravillosa oportunidad e invitar a todos aquellos que leen estas palabras a que se aventuren a aprender chino y hacer parte de esta fabulosa oportunidad de la que no se arrepentirán y que seguramente los envolverá en sus encantos.

 

 

Nicolás Pabón Caicedo.

Estudiante de Relaciones Internacionales.

Universidad de Bogotá Jorge Tadeo Lozano.

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