Su fotografía es reconocida por el dramatismo que expresa, tanto en la fotografía de moda como en los retratos. Su trabajo está cargado de contrastes y de expresiones reales, así como de sensaciones y sentimientos teatrales. La mayoría de las fotografías del libro Sombra son solarizadas en distintos niveles de intensidad e impresas en tonos metálicos, como el cobre, el oro y el bronce, aunque también logra variedades de sepias y marrones. Afanador utiliza en esta serie las fórmulas de los viejos manuales fotográficos. En el prólogo del libro, Gaultier señala que con Sombra, la luz personal de Afanador nos deslumbra más que nunca, con su forma particular de exaltar lo sublime, lo sofisticado y lo femenino en la terrenal masculinidad de sus sujetos. Respecto a la transición de lo análogo a lo digital, Afanador dice que “Fue muy traumático porque en cuanto a la fotografía análoga yo la aprendí desde que estudié, yo aprendí cada paso del proceso y todo lo hacía yo mismo instintivamente y naturalmente. Cuando hice el cambio al mundo digital yo ya estaba totalmente encarrilado en mi carrera, muy ocupado trabajando; entonces en ese momento tuve que depender de mis asistentes, técnicos digitales que conocían este mundo de la misma forma que yo conocía el otro mundo y en esa parte fue difícil”. En palabras de Carlos Francisco Pabón, Director Escuela de Diseño, Fotografía y Realización Audiovisual Utadeo, “yo recuerdo que en el 96 aproximadamente, vi una portada de la Revista El Malpensante, era un modelo andrógeno, con una expresión muy ambigua entre lo masculino y lo femenino, y por otro lado una fotografía muy interesante del personaje; el reportaje traía fotografías y reseña biográfica de Afanador, adquirí esa revista y fue el primer acercamiento que tuve con él. Después de 10 años, él vino al Festival de El Malpensante, estuve en la entrevista que le realizaron, me pareció una persona supremamente humilde, tranquila, callada, pero completamente rigurosa. Luego fui a su exposición en el MAMBO, “Yo seré tu espejo”, que es esa clase de exposición que te deja boquiabierto por el rigor profesional que tiene. En él yo admiro dos cosas, la conceptualización de la fotografía, es decir, como se interioriza con el personaje que va a retratar y lo que saca de él; y el rigor técnico es impresionante, se nota que es una persona muy dedicada en su trabajo”.
Asista al Conversatorio de Ruven Afanador en el Auditorio Fabio Lozano Utadeo el próximo 3 de marzo.