A corte del 31 de octubre del año pasado, según Migración Colombia había 1.717.352 venezolanos en nuestro país, de los cuales 770.246 se encontraban como regulares, mientras que los 947.106 restantes estaban de manera irregular. El informe también destaca que Bogotá, Norte de Santander, Atlántico y Antioquia son los departamentos que más albergan a estos ciudadanos. Lo cierto es que, de acuerdo con cifras de esa misma entidad, después de Turquía, este movimiento migratorio es el segundo más grande que se ha dado en el mundo durante la última década, situación que ha implicado importantes retos para el país en términos de salud pública, seguridad y convivencia ciudadana, empleo y desarrollo económico, especialmente en tiempos de pandemia por el Covid-19.
Dada esta coyuntura, en un trabajo de investigación interinstitucional, los profesores Juan Carlos Córdoba, del Área Académica de Comunicación Social y Periodismo, y Álvaro Lizarralde, Sandra Marcela Lobo y Alexander Torres, de la Universidad Santo Tomás, se dieron a la tarea de hacer una lectura a la migración de venezolanos en nuestro país, a partir de los memes que circularon en redes sociales durante el 2019.
Para Córdoba, este proceso migratorio tiene unos matices que lo hacen único. Primero, por su magnitud, nunca se había presentado un movimiento de tantas personas extranjeras hacia el país, y segundo, porque el colombiano no está acostumbrado a recibir migrantes, sino que más bien ha existido una tendencia a migrar.
“En la investigación, partimos del hecho, como hipótesis, de que hay unas representaciones perversas y una especie de revanchismo en este tipo de publicaciones”, señala Córdoba, quien agrega que, tras un proceso de recolección de memes, pudieron obtener 70 piezas gráficas con esta temática, algunas de ellas aleatorias, las cuales fueron presentadas en dos grupos focales: uno conformado por menores de treinta años, y otro, por personas de más de 40 años. Durante el estudio, los investigadores enviaban los memes a los celulares de los participantes y grababan su reacción.
En cada uno de los grupos se dieron reacciones diferentes, especialmente por las diferencias en la información que han recibido sobre el país vecino. En el de menores de treinta años, ha habido una “avalancha informativa”, principalmente, en torno a su crisis económica, social y política, mientras que los mayores de cuarenta años alcanzaron a tener un discurso de un país vecino que era potencia en la región, con bonanza petrolera y procesos de migración de colombianos hacia ese país, connacionales que, en muchas ocasiones, eran maltratados.
“Cuando comenzó el auge petrolero en Venezuela, importaban mano de obra europea calificada para trabajos específicos, mientras que los colombianos se empleaban para ejercer labores de limpieza y otros servicios generales; además, había historias de maltrato hacía los colombianos; incluso hubo novelas en la televisión colombiana narrando este tipo de hechos”, relata el profesor tadeísta.
Esto podría explicar la razón por la que los memes manejan una narrativa de revanchismo o superioridad: “este fenómeno migratorio de Venezuela hacía Colombia ha sido utilizado de forma espontánea para crear un sentimiento de superioridad de los colombianos; nosotros pensamos que si la situación está tan mal allá, significa que nosotros estamos bien, y que por ello somos mejores”.
En el caso de los más jóvenes, estos memes no se aprecian como un acto de revanchismo, sino más bien como un chiste de coyuntura, tal como puede pasar con cualquier hecho social o político, incluso con crisis sanitarias como el actual coronavirus: “Ellos señalan que ‘la migración es parte de nuestro cotidiano en Colombia y nos reímos por eso’; entonces, el escenario propicio para hacerlo son los memes y las redes sociales”, estima Córdoba.
El estudio también revela que los memes logran poner en evidencia rasgos propios de la idiosincrasia, que en muchos casos termina siendo una respuesta más amena o una suerte de catarsis a una realidad que puede desgastar o atemorizar a los colombianos, convirtiéndose también en una alternativa informativa a los medios tradicionales de comunicación, pues estos últimos matizan sus agendas en torno a la migración como una tragedia social: “Los participantes parten del hecho de que la opinión ya está formada, al igual que el concepto gráfico en el meme; lo que hace esta pieza es caricaturizar o burlarse de la situación”.
Por eso, Córdoba advierte que los memes pueden ser un termómetro de la opinión, en la medida que son el escenario para sentir o expresarse, dinámicas que el ciudadano no tenía antes con los medios tradicionales de comunicación: “mientras los medios muestran los movimientos migratorios con enfoque especifico diferente al de las redes sociales, donde se da una naturalización y se acepta que ellos llegaron para quedarse. Lo que molesta a las personas es la percepción de inestabilidad en los sectores de salud, trabajo y seguridad”.
Investigadores del estudio. De izquierda a derecha: Juan Carlos Córdoba, Álvaro Lizarralde, Sandra Marcela Lobo y Alexander Torres
De este modo, el estudio realizado ayuda a comprender cómo funcionan los nuevos escenarios de comunicación en las redes sociales, pero más allá de ello, permite contemplar al meme como una especie de “fotografía” del momento que se vive. Es por eso que Córdoba insiste en que es necesario actualizar el estudio para pensar estas dinámicas en plena coyuntura de la pandemia, en la que se ha acentuado, en algunos casos, la xenofobia, mientras que otros venezolanos han abandonado el país por cuenta de la crisis que se vive, los índices de desempleo han aumentado considerablemente y se ha generado una polémica en torno a la vacunación de esta población.
Por lo pronto, desde la Maestría en Gestión de Contenidos de Utadeo, se viene trabajando en un proyecto de investigación que se centra en las opiniones que tienen los colombianos sobre los venezolanos en las redes sociales, en tiempos de pandemia.
De los hallazgos obtenidos se desprenden dos productos de investigación. El primero de ellos, denominado “Una lectura de la migración de venezolanos a Colombia a través de los memes que circulan en redes sociales: revanchismo y representaciones perversas”, fue publicado en diciembre de 2020 en la revista científica peruana Correspondencias & Análisis (Lea el artículo aquí)