Elegir una revista y ajustarse a sus criterios, a menudo exigentes, para publicar los resultados de una investigación, puede llegar a convertirse, en algunos casos, en  un dolor de cabeza para los autores.

Algunas editoriales, que conocen muy bien esta situación, aprovechan para presentarse como las salvadoras de los investigadores, exigiendo menos requisitos, siendo menos transparentes en los procesos editoriales y obviando etapas indispensables, como la revisión por pares.

Aunque eso desemboca en la pérdida de la calidad y de su legitimidad en el entorno académico, no son pocos los autores incautos que acaban atrapados en sus redes.

Estas editoriales, que son conocidas como “predadoras” por los gremios editoriales y académicos, buscan a investigadores ávidos de publicar para obtener beneficios económicos por los derechos de divulgación. Los convencen asegurándoles que sus revistas son productos posicionados y reconocidos, aun cuando no sea verdad.

El problema no termina ahí. Además del desprestigio que para el autor puede generar, en el entorno académico, la publicación en estas editoriales, se corre el riesgo de que no pasen el filtro de universidades como Utadeo, lo cual afecta el reconocimiento de incentivos.

¿Cómo reconocer una editorial ‘predadora’ y qué hacer?

El portal web Scholarly Open Access presenta una lista de editoriales predadoras identificadas y otra de criterios para reconocerlas.

Un caso recurrente es el de la Editorial Académica Española*, que busca volumen y mecanismos poco legítimos en oposición al rigor que procura la validación científica.

Si está seleccionando una revista, cerciórese teniendo en cuenta criterios como los siguientes, que caracterizan a editoriales ‘predadoras’:

• La revista no tiene un equipo editorial
• Ninguna persona es identificada como editor general
• Los editores no tienen experiencia académica razonable que los cualifique para el cargo
• No es transparente en el proceso de publicación
• No tiene políticas o prácticas de preservación digital (si la revista desaparece, el contenido también)
• La editorial afirma falsamente tener su contenido indexado en servicios legítimos o señala estar indexado en recursos que no prestan servicios de indexación
• La revista republica artículos ya divulgados en otras revistas, sin otorgar los debidos créditos
• El contacto de la revista es una dirección de correo no institucional

¿Quiere saber más?

Editoriales predadoras – Gonzalo Díaz

Editoriales predadoras: publicar “y” perecer – José Chávez y Judith Quiñones

Si tiene dudas puede comunicarse a la Editorial o a la Dirección de Investigaciones, en la ext. 3121

*Por qué no publicar en Editorial Académica Española,Sedici advierte sobre prácticas editoriales sospechosas, Las editoriales académicas depredadoras