Por: Jake Sebastián Estrada Charris.
Hace no menos de cinco meses, la hinchada del equipo cardenal, la prensa y la opinión pública, destacaban el estilo de juego de la escuadra. Todas sus líneas estaban armonizadas en perfecto orden y las cosas parecían ir bastante bien. Sin embargo, el modelo 2014 no despega a nivel técnico ni futbolístico. ¿A qué se debe esta debacle?
Uno de los principales factores es el desmantelamiento de la base del equipo. Si bien, referentes del onceno como Ómar Pérez y Camilo Vargas acordaron seguir en el club, jugadores importantes que contribuyeron a que el conjunto albirrojo se posicionará como uno de los mejores de América en la Copa Libertadores, se vieron obligados a abandonar las huestes capitalinas. Gerardo Bedoya, John Valencia, Emanuel Molina y otros 14 jugadores más migraron a otros clubes; unos por decisión técnica, los demás por motivos económicos y administrativos.
Los aficionados reconocen que el momento de la escuadra capitalina no es la mejor, sin embargo, confían en que en poco tiempo se obtendrán los resultados que se esperan. Por lo pronto, seguirán apoyando a su equipo.
En principios de temporada, su bajo rendimiento técnico, táctico y deportivo se ocultaba con los resultados favorables para los leones: durante las primeras cinco fechas de la Liga Postobón, fue el líder absoluto de la competición, por encima de clubes como Nacional y Once Caldas, quienes también habían tenido un buen inicio de torneo, pero aún no les alcanzaba para superar al equipo bogotano. Simultáneamente, había ganado el repechaje de la Bridgestone Libertadores ante el Morelia de México y de ésta manera, se convirtió en uno de los 32 equipos del continente presentes en la Copa. Posteriormente, ganó su primer partido en fase de grupos ante Nacional de Uruguay en condición de local.
Todos esos partidos tienen un común denominador: Santa fé jugaba mal, pero ganaba. Hinchas cardenales como Héctor Ramírez no se sienten convencidos con el rendimiento del club: “desde un principio, el equipo jugó mal, pero ninguno decía nada porque las cinco primeras fechas ganábamos y éramos primeros”. Asimismo, asegura que si el grupo no cambio su actitud, los resultados futbolísticos no serán los esperados:
Dicha constante, cambió luego del clásico con Millonarios en el Campín, en donde el equipo cardenal perdió por la mínima diferencia. Luego, vino un empate sin goles ante Tolima, una nueva derrota ante Millonarios, otra con Equidad, un empate con Chicó, una derrota 1-0 contra Envigado en Bogotá y un empate a dos tantos contra Nacional. Santa fé posee 22 puntos, ocupa el cuarto lugar en la Liga y los números lo favorecen para clasificar entre los ocho para jugar los play-offs y disputar el título.
En la Libertadores, Santa fé perdió con atlético Mineiro en Belo Horizonte y ante Zamora de visitante en Barinas; después, logró rescatar un empate con el conjunto venezolano en el Nemesio; debido a ese resultado, ocupa la tercera posición de su grupo, compartiendo 4 puntos con Zamora y escoltando al Nacional con 5 y al Mineiro con 8 puntos respectivamente. Además, hace dos semanas, la FIFA posicionó al equipo como el octavo mejor del mundo, por encima de clubes tan importantes como Manchester City de Inglaterra, AC Milán de Italia y el Borussia Dortmund de Alemania.
Los números aún favorecen a Santa fé; aunque ya se ha atacado a su D.T. Wilson Gutiérrez con la pregunta de sí planea quedarse o no. Él argumenta que éste es sólo un mal momento y que el equipo se recuperará de esta situación. Juan Sebastián García, hincha del cuadro rojiblanco apoya la gestión del entrenador: “el profe ha sabido manejar al grupo y éste es sólo un momento de confusión que pronto dejará de ser un problema”. García también expone que la continuidad de los entrenadores es factor determinante para el éxito de un equipo:
Hay que recordar que cuando más se criticaba al técnico bogotano y se presionaba para que saliera del banquillo, salió campeón de la Liga y luego, cuando éste mismo fenómeno se volvió a presentar, hizo una brillante campaña en Colombia y dejó a Santa fé como uno de los 4 mejores de América.
En éste momento, la parábola de Santa fé aún no es deportiva, sino futbolística.
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