La donación del maestro Manuel Hernández a la Utadeo, es un acto generoso y una prueba de confianza que impulsa y dinamiza la labor educativa en el mundo de las artes plásticas y abre las compuertas para que los estudiantes se acerquen al mundo de la creación, como un camino complementario en su formación cultural.
El maestro Hernández, nació en 1928, estudió en la Escuela de Bellas Artes de la Universidad Nacional, en la década del 40 y en la Academia de Bellas Artes de Santiago de Chile, participando de grupos como Taller 9 y Nueva Generación. Fue profesor en la Escuela de Bellas Artes de Bogotá y director de la Escuela de Bellas Artes en Ibagué.
Para la Tadeo, el maestro Hernández aportó una semilla muy importante en el inicio de uno de sus espacios más significativos, el Museo de Artes Visuales –MAV- al que donó parte de su obra. En 2007, esta fue la exposición inaugural del nuevo espacio artístico que fue compilada en un libro que recoge el material entregado a Utadeo, un total de 160 dibujos y 80 bocetos.
Sobre la donación del maestro, señaló Ana María Escallón, su curadora “esta donación de dibujos al nuevo Museo de Artes Visuales de la Universidad Jorge Tadeo Lozano es para Manuel Hernández una carta abierta,una lección pedagógica que muestra el esqueleto de una largo proceso creativo, donde caben los avances, como los retrocesos, las dudas como las certezas. Y donde el único camino es persistir”.
Sobre el pintor la curadora señaló que “Es tan poético que podemos acercarnos a la obra y observar el brillo en el borde de una línea porosa, mientras por encima se descompone la luz en fragmentos. Manuel Hernández, apaga o enciende la gama de colores porque busca el rumor de la sordina. Inventa mundos intangibles de argumentos invisibles donde solo el silencio importa. Esa misma idea del no sonido la ha buscado siempre la modernidad”.
La obra del maestro Hernández reunida en Utadeo invita al espectador a ver las formas abstractas de sus dibujos y pinturas como formas que provienen de la observación del mundo real por parte del artista. Aunque en la obra de Manuel Hernández no se distinguen referencias de la realidad, sus formas están condicionadas por características que vemos en las cosas, los cuerpos y los paisajes.