Aeropuerto Internacional El Dorado 3:09 p.m. Espera del vuelo AF422 proveniente de París.
Poco a poco llegan las familias, sonrientes, con los ojos iluminados, mientras identifican a sus hijos, esposas, novios o novias por quienes suspiraron durante 23 días de ausencia y que hoy regresan de China tras su participación en el Campamento de Verano 2014, organizado por el Instituto Confucio de la Tadeo.
Tal fue la expectativa por el reencuentro, que a lo lejos, entre la multitud de viajeros internacionales se vio una madre con una pancarta cuyos apartes: “Bienvenidos los pilosos de la Tadeo(…) Gracias al Instituto Confucio por la maravillosa experiencia y de progreso estudiantil”. En ese tiempo de espera, algunos padres recordaban estas frases de sus hijos, recibidas desde China, a través de correos, llamadas y chats: “no me quiero devolver”, “vengámonos toda la familia a vivir aquí”, “China es impresionante”- con lo cual, al parecer, esta aventura lejos de terminar, es apenas el comienzo de nuevos planes para la vida.
Algarabía. El vidrio que los separa, mientras los chicos recogen las maletas, no deja de vibrar con los saludos que lo golpean de lado y lado. Se ven nuevos looks, peinados y pintas juveniles asimiladas en Asia, audífonos y stickers en las maletas que dan testimonio de un viaje maravilloso de aprendizaje e intercambio con una cultura diferente. Al final entre abrazos y las lágrimas los estudiantes se despedían en compañía de sus padres prometiéndose seguir en contacto como cómplices de esta aventura única.
En la Universidad de Estudios Extranjeros de Tianjin, cogestora y anfitriona del Campamento de Verano, los estudiantes asistían en las mañanas a clases de chino, dedicaban las tardes a recorrer museos y lugares de interés de la ciudad como el río Haihe y el Ojo de Tianjin; el plan también incluyó un viaje de dos días a la capital, Beijing, en donde visitaron monumentos históricos como la Muralla China, la Plaza Tiananmen y la Ciudad Prohibida. Como hecho relevante, el 17 de junio, la señora Embajadora de Colombia en China, Carmenza Jaramillo, los recibió en su despacho para darles la bienvenida al gigante asiático. Los jóvenes colombianos dejaron una gran impresión en China representando a nuestro país. Cabe mencionar las horas de sueño que sacrificaron para poder seguir los partidos de la selección, los cuales vieron con 13 horas de diferencia y por streamming desde el lobby del hotel que los alojó.
Con el feliz regreso de sus estudiantes, el Instituto Confucio – U.Tadeo concluye con satisfacción, por segunda vez desde su inauguración en 2013, una de las actividades más destacadas de su programa académico y cultural, que tiene por objeto extender un puente de amistad con China de la mano de la enseñanza y práctica del idioma mandarín.
Para mayor información sobre el Instituto Confucio-U.Tadeo y sus programas, consulte http://institutoconfucio.utadeo.edu.co